Locura. En estado de ansiedad, una persona se ve perturbada naturalmente con sueños, en los que pueden presentarse algunas ideas verdaderas; De la misma manera, como un gran conversador dirá algunas cosas respecto a Dios, que tal vez no sean reprensibles, aunque la mayor parte de su discurso no tendrá nada que ver con el propósito. Este es otro abuso. Todos deben hablar de Dios y de la religión, ¡aunque pocos pueden hacerlo con propiedad! (Calmet)

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