Golpeado, con cierto juicio, no especificado; (Lyrano) o quizás, los diversos castigos que se infligieron a los hebreos en el desierto, fueron todos diseñados en parte para castigar este primer acto de idolatría. Calmet explica esto de la devastación causada por los levitas, ya que supone que la narración de Moisés no merece el orden del tiempo. Él piensa que Moisés protestó con el pueblo, y luego fue enviado por Dios para castigarlos; y mientras estaban desarmados (cap.

xxxiii. 5,) los levitas cayeron sobre ellos. Entonces Moisés sacó el tabernáculo del campamento y obtuvo de Dios que él iría delante de ellos, y no solo un ángel, ver. 34. y cap. xxxiii. 17. Moisés continuó cuarenta días completos, de pie o postrado en el monte, ante el Señor, para obtener el perdón de su pueblo, Deuteronomio ix. 25. y x. 10. Vencido dicho plazo regresó, con orden de preparar otras dos tablas de piedra, sobre las cuales, después de una súplica del mismo tiempo, obtuvo la ley para volver a grabarse, cap. xxxiv. 28. El favor le costó, por tanto, 120 días de ferviente oración; y, sin embargo, ¡cuán poco nos conmueve la misericordia de Dios al darnos su ley! (Haydock)

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