No crezcas. Esto no fue una maldición o una imprecación; sino por medio de una profecía, prediciendo que la tribu de Rubén no heredaría las preeminencias usualmente anexadas al primer derecho de nacimiento, a saber, la doble porción, el ser príncipe o señor sobre los otros hermanos, y el sacerdocio: de la cual la doble porción fue dada a José, el oficio principesco a Judá y el sacerdocio a Leví.

(Challoner) --- Te has abandonado a tu brutal pasión; no lo hagas más, ne adjicias. (San Jerónimo, q. Heb.) Viva Rubén, y no muera; sea ​​pequeño en número, Deuteronomio xxxiii. 6. Su tribu nunca llegó a ser muy considerable. (Calmet) --- Sofá. Véase el capítulo xxxv. 22. La eterna infamia acompaña al nombre de Rubén. (Haydock)

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