No sobresaldrás; tendrás un ser por tribu, pero no una excelencia. No se encuentra ningún juez, profeta o príncipe de esa tribu, ni ninguna persona de renombre solo Datán y Abiram, quienes se destacaron por su rebelión impía. Esa tribu, como no aspiraba a sobresalir, eligió un asentamiento al otro lado del Jordán. El carácter aferrado a Rubén, por lo que está bajo esta marca de infamia, es que era inestable como el agua.

Su virtud era inestable, no tenía el gobierno de sí mismo y sus propios apetitos. En consecuencia, su honor era inestable, se desvaneció en humo y se convirtió como agua derramada sobre el suelo. Jacob lo acusa particularmente del pecado por el cual fue deshonrado, subiste a la cama de tu padre - Fue hace cuarenta años que había sido culpable de este pecado, pero ahora se recuerda en su contra. El pecado de Rubén dejó una marca indeleble de infamia en su familia; una herida que no debe curarse sin una cicatriz.

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