Los vivos y los muertos. Esto puede entenderse de los elegidos, que viven por gracia, y los réprobos, que están espiritualmente muertos; o quizás más literalmente, de aquellos que se encontrarán viviendo sobre la tierra en la segunda venida de Cristo, y de todos los que han muerto desde el principio del mundo hasta el fin de los tiempos. (San Agustín, Enchirid [].)

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