Curtido. Este endurecimiento de sus corazones fue que no pensaron en ceder o someterse: lo cual fue una sentencia o juicio de Dios sobre ellos, en castigo por sus enormes crímenes. (Challoner) --- Dios ciertamente podría por su gracia todopoderosa haber cambiado sus corazones, pero sus crímenes le hicieron retener esa gracia; y así se les permitió cerrar los ojos a su verdadero interés. (Calmet) --- Ellos solos, por tanto, fueron la causa de su propia obstinación, que sólo Dios no evitó, Éxodo vii. (Worthington)

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