Sin, o Sina, (ver. 3), que limita con Idumea, donde estaba situada la ciudad de Cades-barne, Números xiii. 22. Ahora es imposible determinar la situación precisa de todo el lugar mencionado en las Escrituras, ya que la tierra de Canaán ha estado sujeta a tantos cambios. Pero este inconveniente afecta a toda la geografía antigua. Si los que intentan desentrañar tales laberintos en los autores profanos merecen elogios, mucho más merecen los que se esfuerzan al máximo por explicar las dificultades de la historia sagrada.

Alguna vez fue muy necesario marcar con precisión los límites de las tribus, para que, al regresar del cautiverio, pudieran ocupar los suyos. Ahora podemos estar satisfechos si podemos señalar algunos de los lugares de mayor importancia. Los límites de la tribu de Judá se especifican con especial cuidado, debido a la dignidad y el poder de esa tribu, que debía dar reyes a toda la tierra y un Mesías al mundo, así como preservar la verdadera religión. La mayor parte de las regiones del sur de Canaán cayó en su parte, desde el Mar Muerto, por Idumea, hasta el Nilo, y tan al norte como Jerusalén y el torrente de Cedrón. (Calmet)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad