Verdadera señal, una que, cuando se la muestre a los israelitas, puedan preservarme a mí y a los míos. Ella no se contenta con una promesa verbal, requiere algo permanente y sensato, como una señal de sus compromisos mutuos, (Calmet) una muestra de su sinceridad. Posteriormente designaron un trozo de escarlata para colgar fuera de la casa, donde se recogerían los que deberían tener derecho a protección.

Rahab estaba obligada a no divulgar su secreto ni a traicionarlos. Si hubiera dado instrucciones a otros de sus conciudadanos para que entregaran la misma marca, habría perdido todos sus privilegios, ver. 20. (Haydock)

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