Cuando Cristo dijo, uno de ustedes me va a traicionar, San Pedro susurró con San Juan, volviéndose hacia él a espaldas de Jesús, y le pidió que le preguntara quién era éste: ahora que Juan se había inclinado sobre el pecho de Jesús. Jesús, o como dice el griego, cayendo sobre el pecho de Jesús, como puede hacerlo una persona con gran preocupación o arrebato de dolor, dijo: Señor, ¿quién es? Esta postura parece haber sido solo para ese momento de susurrar, y haber sido diferente de la postura de comer en la mesa. (Witham)

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