El último versículo del capítulo anterior, y los once versículos que siguen a este, no se encuentran en la mayor parte de nuestras copias griegas actuales, sin embargo, sí se encuentran en algunos manuscritos y, por lo tanto, se conservan en la traducción protestante. No leemos nada de ellos en los comentarios de San Juan Crisóstomo o San Cirilo; pero San Jerónimo (lib. ii. con. Pelag. tom. 4, parte 2, p. 521. Ed. Ben.) dice que se encontraron en muchas copias latinas y griegas. San Ambrosio (Ep. 52) dice que este pasaje, de la mujer sorprendida en adulterio, siempre fue famoso en la Iglesia. San Agustín los expone, tratado. en Joan, & c. (Witham)

[BIBLIOGRAFÍA]

En multis Latinis et Græcis codicibus invenitur. S. Hierom. [es decir, San Jerónimo] Véase la edición griega del Nuevo Testamento, en Amsterdam, ex officina Westenians, an. 1711, in notis Criticis in fin, pág. 17.

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