Lapidoth, significa "lámparas" y Barac, "trueno"; lo que ha dado lugar a diversas conjeturas, como si se tratara de la misma persona. San Ambrosio cree que Debbora era viuda en ese momento y la madre de Barac. Pero San Jerónimo dice que no hay pruebas de ninguno de los dos. Otros suponen que la excelencia del don de profecía no le permitiría convivir con su marido. No es raro que las mujeres posean este don.

María, la hermana de Moisés, Holda, la Santísima Virgen, la hija de San Felipe, etc., fueron profetisas. El diablo eligió más comúnmente a mujeres para explicar sus oráculos. --- Juzgado. Muchos niegan que esta palabra se adopte aquí en la misma latitud que cuando se aplica a los hombres. Los judíos excluyen a las mujeres del gobierno y Atalia era solo una tirano. Las leyes romanas no permitirán que las mujeres ejerzan el derecho a la judicatura.

Pero el texto, como lo explican los Padres en general, no nos permitirá negar las prerrogativas de un juez a Debbora. Su autoridad no era meramente voluntaria, como consecuencia de la alta opinión que la gente tenía de ella, como muchos creerían, con Salien, Worthington, etc., (Haydock), sino que daba decisiones que eran vinculantes para los israelitas; y parece haber continuado en el ejercicio de sus funciones junto con Barac, después de la victoria que obtuvieron sobre Sisara.

El gobierno de este último se limitó quizás a las tribus que había rescatado de la esclavitud. (Calmet) --- Se deja guiar por su consejo, como los príncipes cristianos deben serlo por sus superiores espirituales. (Orígenes) (Worthington)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad