Fue por la dispensación divina de la Providencia que su ciudad y templo fueron destruidos; porque si los antiguos ritos y sacrificios hubieran continuado, algunos que eran débiles en su fe, podrían haberse llenado de asombro al ver estos diferentes modos de adoración, existiendo al mismo tiempo, y así haber sido desviados del camino de verdad. (Ven. Bede)

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