Muchas razones pudieron haber inducido a la gente a pensar que Juan era el Cristo: 1. Las maravillas que tuvieron lugar en su nacimiento y concepción, siendo su madre muy anciana y sin ninguna perspectiva de descendencia: 2. La excelencia de su predicación, su la vida mortificada y la novedad de su bautismo; y en tercer lugar, el informe que generalmente prevaleció entre los judíos, de que el Mesías ya había llegado; a causa de la llegada de los magos y el asesinato de los niños por Herodes: ambas circunstancias probablemente estaban frescas en su memoria; y quizás varios, que los presenciaron, aún vivían. (Denis el Cartujo)

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