Aquí Cristo muestra que resucitó a los muertos por su propio poder y por su propia orden: a ti te digo, levántate. Esto muestra que es la voz de Dios la que habla; porque los muertos solo pueden oír la voz de él, según San Juan. De cierto os digo que la hora viene, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que oyen vivirán. (San Juan v. 25.) (Maldonatus) --- Nuestro Salvador no es como Elías, llorando por el hijo de la viuda de Sarepta; ni Eliseo, que aplicó su propio cuerpo al cuerpo del niño muerto; ni Pedro, que oró por Tabita; pero él es el que llama a las cosas que no son, como a las que son; que habla a los muertos como a los vivos. (Titus Bostrensis)

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