Estos hermanos no eran hijos de la bienaventurada Virgen María, madre de Dios, como malvadamente enseñó Helvidio; ni los hijos de José por otra esposa; porque, como escribe San Jerónimo, no sólo María, sino también José, observaron la virginidad. (Contra Helvidium, cap. Ix. Et ibidem, cap. Viii.) --- En el idioma de las Escrituras, los primos se llaman hermanos. (Bristow)

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