Seguirte, etc. Aunque el Señor Soberano de todos es sumamente generoso, no derrama sus dones a todos sin distinción, sino que los otorga únicamente a los dignos. Por tanto, cuando este hombre se ofreció a seguir a Cristo, le responde diciéndole que todos los que le siguen, deben tomar diariamente su cruz y renunciar a las comodidades de esta vida. Así menciona lo reprensible en su persona.

También parece haber una gran presunción en su conducta, ya que no solicitó ser admitido, como lo hicieron otros judíos, sino que parece reclamar el honor del apostolado; un honor que nadie debe asumir, sino aquellos que son llamados por Dios. (Hebreos v.) (San Cirilo en Santo Tomás de Aquino)

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