No vayas por el camino de los gentiles, ni entre los gentiles. En esta primera misión, se ordenó a los apóstoles que predicaran solo a los judíos, oa los hijos del reino. (Mateo vii. 12.) Véase también Mateo xv. 24. y Hechos xii. 46. ​​(Witham) --- Estos doce envió Jesús. En esta misión de los apóstoles podemos observar tres cosas: primero, adónde los envió Jesús; en segundo lugar, lo que les ordenó enseñar; y en tercer lugar, qué iban a hacer.

En cuanto al primero, les dice que no vayan por el camino de los gentiles, ni entren en la ciudad de los samaritanos; sino para ir más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Debemos notar aquí que este mandamiento, dado por Cristo a los apóstoles, de limitar su predicación a la casa de Israel, no contradice uno relacionado en Mateo, (cap. Xxviii). Vayan a enseñar a todas las naciones, etc. Observamos que estos dos mandamientos fueron dados en dos momentos muy diferentes; el primero en verdad (el tema de nuestra presente anotación) lo recibieron los apóstoles antes de la resurrección de Cristo; el otro después.

Primero era necesario advertir a los judíos de la llegada del Mesías entre ellos; de lo contrario, podrían haberse excusado por haberlo rechazado, diciendo: "Había enviado a sus apóstoles a predicar, no a ellos, sino a los gentiles y samaritanos". (San Jerónimo) --- San Crisóstomo asigna otra razón por la cual los apóstoles fueron enviados primero a predicar en Judea, a saber. que habiendo resistido la oposición de una nación, podrían estar más preparados para resistir los ataques, que sin duda habrían tenido que soportar después, en sus esfuerzos por convertir al mundo entero.

(San Juan Crisóstomo) --- Les prohíbe predicar a los gentiles, porque era propio que la palabra de Dios se anunciara primero a los judíos, hijos del reino. Véase el capítulo de Hechos. xiii, ver. 42. (Menoquio)

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