Y enseguida Jesús, etc. En esto tenemos la imagen genuina de una vida cristiana. Después de comer el pan milagroso, debemos, como los discípulos, prepararnos para el trabajo. Así como se le dio el pan a Elías, para que pudiera caminar 40 días hasta el monte de Dios, Horeb, así se nos da la bendita Eucaristía, el verdadero pan celestial, para que podamos soportar las dificultades a las que estamos expuestos.

(Paulus de Palacio.) --- Aquí también vemos el amor ardiente de los discípulos por su Señor, ya que no querían separarse de él ni por un momento. Theophylactus también agrega que no estaban dispuestos a que él se fuera, ignorando cómo podría regresar con ellos.

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