Y comieron todos, y se saciaron. Esta milagrosa multiplicación de los panes se efectuó un jueves por la noche, una excelente figura de la bendita Eucaristía. A la mañana siguiente, viernes, curó a los enfermos en Genesareth y llegó a Cafarnaún para las primeras vísperas del sábado; donde, en la Sinagoga, hizo su promesa de la santa Eucaristía, que instituyó un jueves por la noche, víspera de su muerte. Ver medite de Evangile. Tomás. iii, pág. 425.

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