¡He aquí que lo hemos dejado todo! ¡Qué confianza esta en Pedro! No había sido más que un pescador, siempre pobre, que vivía de su industria y se ganaba el pan con el sudor de su frente; sin embargo, dice con gran confianza, lo hemos dejado todo. (San Jerónimo) --- Porque, no debemos considerar lo que dejó, sino la voluntad con la que dejó su todo. Deja mucho, quien no se reserva nada. Es un gran asunto dejarlo todo, aunque las cosas que dejamos sean muy insignificantes en sí mismas.

¿No observamos con qué gran afecto amamos lo que ya tenemos y con qué empeño buscamos lo que no tenemos? Es por esto que San Pedro y su hermano San Andrés dejaron mucho, porque se negaron hasta el deseo y la inclinación de poseer cualquier cosa. (San Gregorio, sobre S. Mat. Hom. V.) --- Aunque no he sido rico, por eso no recibiré una recompensa menor; porque los apóstoles, que han hecho lo mismo conmigo, no eran más ricos que yo. Por lo tanto, deja todo el mundo, quien deja todo lo que tiene y el deseo de tener más. (San Agustín, ep. Lxxxix. Ad. Hilar.)

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