Altar. Ambos se unieron para sacrificar a Chamos o al diablo, a quien Balaam llama su señor, Yehovah: pero el Dios verdadero se complació en impedir que el ídolo interfiriera en el presente, y respondió a Balaam, para que pudiera ver la locura de su conducta y arrepentirse; y que otros, que estaban más dispuestos a escucharlo a él que a los siervos de Dios, pudieran ser instruidos por su declaración. (Haydock) --- "La voz de Dios se escucha sonando desde una boca profana". (San Jerónimo, de 42. mans.) (Worthington)

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