El Dios. En hebreo, "Cuando llamo, escúchame, oh Dios de mi justicia": fuente y testimonio de mi virtud. Si te he ofendido, no he hecho mal a mi hijo rebelde ni a sus seguidores. Muchas copias dicen Cum invocarem te, exaudisti me. (Calmet) --- Tú. El cambio de personas da a entender que cuando Dios está presente (San Agustín) el alma se anima con confianza para hablarle. (Haydock) --- Oración. Aunque se le había concedido su pedido, todavía continúa dirigiéndose a Dios, como debemos orar sin cesar, 1 Tesalonicenses v.17.

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