Y tomó David de él mil carros, siete mil jinetes y veinte mil infantes. La aparente discrepancia entre esta declaración y la de 2 Samuel 8:4 se debe al hecho de que en el último pasaje el texto hebreo es un poco corrupto. David también enganchó a todos los caballos de los carros, desjarreándolos, pero reservó de ellos cien carros, probablemente para una procesión triunfal a su regreso.

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