Y así lo hizo la mujer de Jeroboam, y se levantó y fue a Silo, y llegó a la casa de Ahías. Pero Ahías no podía ver, estaba a punto de volverse ciego; porque sus ojos estaban puestos a causa de su edad, por parálisis de los nervios ópticos. Cf 1 Samuel 4:15 .

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