Y así lo hizo la mujer de Jeroboam, y se levantó y fue a Silo, y llegó a la casa de Ahías. Pero Ahías no pudo ver; porque sus ojos estaban fijos a causa de su edad.

Ver. 4. Y así lo hizo la esposa de Jeroboam.] Despojándose de su atuendo real y vistiendo ropa más recatada; como hacen muchos hipócritas, adaptándose a la compañía en la que entran y caminando disfrazados, hasta que Dios los detecta.

Porque sus ojos estaban puestos en razón de su edad. ] Estas cosas, por lo tanto, se hicieron hacia el final del reinado de Jeroboam.

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