Y toda la gente fue a Gilgal; y allí hicieron rey a Saúl ante el Señor en Gilgal, a toda la nación, como un solo hombre, rindiéndole el homenaje que lo hizo gobernar sobre Israel tanto de hecho como de nombre; y allí sacrificaron sacrificios de ofrendas de paz, con los cuales se conectaron comidas de sacrificio gozosas, delante del Señor; y allí se regocijaron mucho Saúl y todos los hombres de Israel.

Así que aquí se celebró tanto la feliz relación entre el pacto de Dios e Israel como la unión de las tribus, unidas para formar una unidad perfecta. Para un cristiano es evidente que por todo lo que ha logrado realizar con la fuerza y ​​el poder de Dios, le da todo el honor solo a Jehová.

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