Y miraron los centinelas de Saúl en Guibeá de Benjamín; y he aquí, la multitud se desvaneció, confundida por el ataque de Jonatán, se dispersaron de un lado a otro, estaban desorganizados y destrozados, y siguieron golpeándose unos a otros, fueron arrojados de un lado a otro y continuaron muertos.

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