Y si alguno le dijera: No deje de quemar la sebo ahora, es decir, estaba a punto de hacer quemar la sebo de su ofrenda, según la ley, y luego tomar cuanto desee tu alma; entonces él, el criado de los sacerdotes, le contestaba: No; pero me lo darás ahora; y si no, lo tomaré por la fuerza. Estos abusos habían sido introducidos por los hijos de Elí en relación con las ofrendas de paz, con las que se relacionaba una comida de sacrificio.

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