Y [si] alguno le dijera: No deje de quemar la grosura ahora, y [entonces] tomar [tanto] como desee tu alma; entonces él le contestaría: [No]; pero tú me lo darás ahora; y si no, lo tomaré por la fuerza.

Ver. 16. Que no dejen de quemar la grasa ahora ] qd, Que Dios tenga primero lo que le corresponde; Lev 3: 3-4 pero estos hombres no se preocuparon de servir en el altar, sino solo para satisfacer su glotonería: su intestino era su dios.

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