Y David dijo a Abner: ¿No eres tú un hombre valiente, un guerrero al que se ha confiado la protección y la seguridad del rey? ¿Y quién como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has guardado al señor, tu rey? El deber especial del general era velar por la vida del rey. Porque vino uno del pueblo para matar al rey, tu señor; Saúl había estado en peligro real de vida.

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