Y cuando se levantaron temprano en la mañana siguiente, la segunda mañana después de la llegada del arca, he aquí, Dagón había caído rostro en tierra delante del arca del Señor, en la misma postura de abyecta adoración; y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos, las formas huecas de sus manos, fueron cortadas, cortadas como por un golpe limpio, en el umbral, es decir, el del santuario interior, en el que estaba colocado el ídolo, donde las partes pudieran ser pisoteadas por todos los que entraran; sólo le quedaba el muñón de Dagón, su cuerpo de pez, lo que era propiamente el dios Pez .

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