Hirieron también las tiendas de ganado, los rebaños de las tribus nómadas en la parte noroccidental de Parán, limítrofe con la tierra filistea, y se llevaron en abundancia ovejas y camellos, y regresaron a Jerusalén. Aquellos que confían en el Señor con todo su corazón nunca serán avergonzados, porque Su bendición y protección están siempre cerca de ellos.

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