Por tanto, ahora que el temor del Señor sea sobre ustedes, guárdelos en el camino de la justicia. Presta atención y hazlo; porque no hay iniquidad con el Señor, nuestro Dios, él mismo nunca es culpable de injusticia, ni respeto de personas, ni toma de dones, para pervertir el camino de la justicia. Estos hechos tenían la intención de hacer que los jueces fueran más cuidadosos en todo su trabajo, en cada decisión, ya se tratara de un asunto muy menor o de una gran e importante sentencia. Sería bueno y afortunado si los jueces de todo el mundo tuvieran en cuenta este ideal y actuaran en consecuencia.

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