y dijo: Oh Señor, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú el Dios de los cielos, el Creador y Conservador todopoderoso, a quien los hijos de Israel debían todos los ricos beneficios que entonces disfrutaban? ¿Y no gobiernas tú sobre todos los reinos de las naciones, haciéndoles imposible llevar a cabo planes malvados sin su permiso? Y en tu mano, ¿no hay poder y fortaleza, de modo que nadie te pueda resistir?

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