Y cuando lo terminaron, llevaron el resto del dinero ante el rey y Joiada, con lo cual se hicieron vasos para la casa del Señor, como los que se usaban en el culto del templo, vasos para ministrar y para ofrecer con el altar. vasijas y cucharas, vasijas en forma de copa para incienso y vasijas de oro y plata, según se hiciera necesario para reemplazar las viejas y gastadas.

Y ofrecieron holocaustos en la casa del Señor continuamente todos los días de Joiada; bajo su dirección, todo el culto se llevó a cabo de la manera legal, según lo prescrito por el Señor. A Dios le agrada mucho que los creyentes le sirvan con sus ofrendas y sacrificios, con su dinero y posesiones, si ayudan en la difusión de la Palabra. Al mismo tiempo, los maestros de la Iglesia deben marcar el camino y amonestar a los miembros de la Iglesia, para que la obra sagrada no sufra por falta de interés.

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