Con él está un brazo de carne, del lado del rey asirio solo estaba la fuerza humana, que, frente a Dios, no es más que la mayor debilidad; pero con nosotros está el Señor, nuestro Dios, para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Con Dios de su lado, los creyentes siempre son mayoría. Y el pueblo se basó en las palabras de Ezequías, rey de Judá, confiaron en ellas, confiaron en ellas.

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