Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y los que escapen del monte Sión, que es la capital y el centro de la Iglesia del Antiguo Testamento. El celo del Señor de los ejércitos hará esto. Hay un pensamiento mesiánico subyacente en las palabras del profeta, de la liberación de la hija de Sión, de los elegidos por el Señor, para ser guardados por Su poder por toda la eternidad. El Señor ahora pronuncia su decreto en la crisis que estaba sobre Judá-Jerusalén.

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