Y Faraón Necao nombró a Eiaquim, hijo de Josías, heredero aparente, por rey en la habitación de Josías, su padre, y cambió su nombre por Joacim, y se llevó a Joacaz. Y llegó a Egipto y murió allí, sin que se supiera nada más sobre su edad o la duración de su cautiverio.

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