Vi, en una quinta visión, al Señor de pie sobre el altar, muy probablemente el del santuario idólatra de Betel, al cual se acaba de hacer referencia; y dijo: Golpea el dintel de la puerta, el profeta mismo golpea los pilares de apoyo, para que los postes se sacudan, y los corte en la cabeza, todos ellos, derribando los pedazos, mientras el edificio se derrumba, sobre los jefes de todo el pueblo reunidos alrededor del santuario nacional; y mataré a espada al último de ellos, es decir, al resto que lograría escapar de la ruina del edificio. El que huye de ellos, no huirá, aunque se crea seguro,y el que escape de ellos, no será librado, no logrará salvar su vida.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad