¡Cuán grandes son sus señales y cuán poderosas son sus maravillas! superando a los de los llamados dioses de los paganos. Su reino es un reino eterno, y su dominio es de generación en generación. Es una doxología que honra debidamente al Dios verdadero, aunque no confiesa fe en Jehová. Ahora sigue el relato de los acontecimientos que provocaron este estallido de alabanza.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad