Ten cuidado de no caer en la trampa siguiéndolos, caer en la misma trampa de idolatría que causó su caída, después de que sean destruidos de delante de ti, porque ese juicio del Señor los disuadirá de un derrotero temerario similar; y que no preguntes por sus dioses, diciendo: ¿Cómo sirvieron estas naciones a sus dioses? Aun así haré lo mismo. Ni siquiera deben preguntar acerca de la forma de adoración que usan los paganos, no sea que se sientan tentados a probarla por sí mismos.

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