Ver. 30. No indaguéis acerca de sus dioses, etc.— Las pretenciosas deidades paganas, como observa el obispo Warburton, son mutuamente reconocidas por sus distintos y propios seguidores; y algunos, por las afortunadas circunstancias de estos seguidores, al ser elevados a los mismos superiores, los ritos usados ​​en su adoración fueron ansiosamente buscados e imitados. Asimismo, era un principio general, que el localdios debía tener una participación necesaria en la adoración de todos los que se establecían en el país; y los que se mostraban reacios a dejar a sus dioses paternos cuando buscaban nuevos asentamientos, al menos se veían obligados a adorarlos con los ritos y según los usos del país que habían venido a habitar. En contra de este principio más calificado del paganismo, Moisés cree conveniente advertir a los israelitas en este y los siguientes versículos. Div. Pierna. vol. 4: pág. 40.

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