No pondrás bozal al buey cuando trillare. La forma habitual de trilla en Oriente es la de una era al aire libre, donde se esparce el grano y se empujan bueyes de un lado a otro por el suelo para soltar el grano de los cascos pisando las espigas. La medida humana de mantener a los animales sin bozal en ese momento les dio la oportunidad de recoger comida cada vez que tenían hambre.

Parece que este precepto pronto se entendió en el sentido proverbial, en el que también lo aplica San Pablo, en su amonestación de proveer adecuadamente a los pastores y maestros, 1 Corintios 9:9 ; 1 Timoteo 5:18 .

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