Porque un fuego se enciende en mi ira, y arderá hasta las profundidades del infierno, y consumirá la tierra con sus frutos, y prenderá fuego los cimientos de los montes; porque el juicio de Dios, tal como se realizó en el transcurso de los siglos, no solo sobre Israel, sino sobre todos aquellos que lo rechazaron, en toda forma de castigo severo, se extiende más allá de la vida terrenal y continúa por toda la eternidad.

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