Su gloria es como el primogénito de su becerro, y sus cuernos como cuernos de unicornios, de buey salvaje feroz; ocuparía una posición de tal poder que podría pisotear a todos sus enemigos; con ellos empujará a los pueblos hasta los confines de la tierra; y son los diez millares de Efraín, y son los millares de Manasés. El poder de Efraín especialmente, pero también de Manasés, fue posteriormente tal que le dio a la tribu de José el liderazgo en la nación del norte.

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