Y los hijos de Israel lloraron por Moisés, celebraron por él gran duelo en los llanos de Moab durante treinta días; de modo que los días de llanto y duelo por Moisés terminaron, una excelente expresión de su aprecio por este gran profeta del Señor, el cual es copiado apropiadamente por congregaciones agradecidas y cuerpos eclesiásticos más grandes hasta el día de hoy.

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