especialmente el día en que te detuviste ante el Señor, tu Dios, en Horeb, cuando la Ley fue dada desde el monte Sinaí, cuando el Señor me dijo: Reúneme al pueblo, y les haré oír mis palabras, para que puedan aprendan a temerme todos los días que vivan sobre la tierra, y que enseñen a sus hijos.

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