Considera también en tu corazón, reflexiona continuamente sobre este hecho, que así como el hombre castiga a su hijo, así te castiga el Señor, el Dios tuyo; todo lo que hizo por ellos tenía por objeto educarlos, prepararlos para su servicio. Tanto sus castigos como las manifestaciones de su bondad sirvieron para este propósito.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad