Porque todos sus días son dolores, y sus dolores de parto, que parecen ser el único resultado y recompensa de todo su trabajo; sí, su corazón no descansa en la noche, ya que está atormentado por la ansiedad y despierto por la preocupación. Esto también es vanidad. Por lo tanto, Salomón establece su conclusión, en lo que respecta a esta vida en sí misma.

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