pero el séptimo día es el día de reposo del Señor, tu Dios; en ella no harás ningún trabajo, realizarás el trabajo de tus ocupaciones ordinarias, tú, ni tu hijo, ni tu hija; tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extraño que está dentro de tus puertas, la enumeración se hace intencionalmente inclusiva, para enfatizar el mandamiento.

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